Dentro de esta ruta está el Camino de la Nutria, proyecto iniciado en 1995 con el objetivo de reintroducir la nutria en el parque natural. Hoy en día este animal ha ido devolviendo progresivamente, indicador del buen estado de conservación del ecosistema fluvial.
El itinerario serpentea a cada paso y se adentra en la vegetación más espesa con una vista inigualable del río. Si nos mantenemos sigilosos y en silencio podremos admirar ejemplares de la fauna autóctona como patos, cormoranes y un sinfín de aves. Las mejores horas para observarlas con más facilidad es a primera hora de la mañana y bien entrada la tarde.
Una pasarela de madera nos conducirá al final del recorrido. La ruta sigue por el embarcadero la Llissa, el Fluvià Náutic y la bocana hasta llegar al mar.